Por qué surge una causa de beatificación y cómo se lleva a cabo

A veces pasa. Hay encuentros que no podemos olvidar. Amigos que eran más que amigos. Que nos abrió al bien, a lo mejor, cuando no hubiéramos sabido hacerlo solos. Amigos como Alberto, como Carlo. Quienes vivieron con ellos no os hablan sólo en tiempo pasado, porque la experiencia de aquel tiempo está presente en su vida de hoy. Luego están quienes no los han conocido en persona, pero a partir de una de sus cartas, de la historia de alguien, descubren que han encontrado compañeros, modelos. Que también te lleva hacia arriba, hacia Dios. Y esto es parte de lo que la Iglesia llama «fama de santidad».

¿Pero quién es el santo? Para los cristianos, la santidad pertenece a Dios, Dios de amor que vino a nuestro encuentro en Jesús para darnos – a través del Espíritu – su misma vida. Los primeros cristianos se llamaban “santos” no porque ya fueran perfectos: ¡conocían bien sus limitaciones! – sino porque sentían que Jesús, el santo, los había hecho nuevos, los había hecho familia santificada, pueblo de Dios.

Este don es para todos, pero ciertamente en algunos brilla de manera especial por el nivel de compromiso personal y correspondencia con la voluntad de Dios, su vida se extiende en el tiempo y sigue inspirando a muchos. Los miramos como modelos, como compañeros de vida, les rezamos porque nos conducen a Dios.

Y la Iglesia, que quiere darnos modelos auténticos, elige algunos y los examina en profundidad, a través de la «causa de beatificación y canonización»: un verdadero proceso en profundidad.

Fue el obispo diocesano quien lo inició, habiendo reconocido la reputación de santidad de alguien de su diócesis, que desde entonces ha sido llamado «siervo de Dios». A continuación se recogen todos sus escritos, incluso los más minuciosos: desde el ensayo escrito en el colegio hasta la nota para un amigo. Escuchamos a los testigos que lo conocieron, recopilamos información sobre la vida que hoy nace a su alrededor. Los criterios son severos: buscamos la autenticidad del Evangelio vivido, la radicalidad de una vida virtuosa conforme a la voluntad de Dios.

Una vez reunida esta imponente masa de material, todo llega a Roma, para un estudio cuidadoso y, al final, un juicio definitivo. Si es positivo, la persona se llama “venerable”. Pero aún hace falta otra señal decisiva. La de un milagro. Una recuperación rápida, completa, perfecta y no explicable por la ciencia médica. Obtenido por la oración al futuro beato, que con este signo se manifiesta poderosamente en la obra con Dios. También aquí el juicio es riguroso, tanto en el aspecto médico como en el teológico.

Si el milagro es reconocido como auténtico, la firma del Papa y el rito de beatificación proponen para siempre a esta persona como modelo para la Iglesia local, con el título de Beato.

Un segundo milagro, examinado con tanto rigor como el primero, y una nueva aprobación del Papa, conducen a la canonización: el ejemplo que nos dejó se dirige ahora a la Iglesia universal, que lo llama Santo. Un amigo, luz especial, verdadera para muchos, para siempre.

En cuanto al caso de Alberto y Carlo, se abrió el 25 de septiembre de 2008 en Génova. La fase diocesana finalizó el 8 de octubre de 2021 con el envío de toda la documentación relativa a la causa a la Congregación para las Causas de los Santos que se ocupará de las próximas fases.

Oración de intercesión

Señor Jesús

Crucificado y Abandonado

que en los misterios de tu vida, muerte y resurrección manifestaste tu infinito amor por todos los hombres

te pedimos que nos concedas,

según el ejemplo de Alberto y Carlo,

crecer en amistad contigo y entre nosotros hasta alcanzar la plena madurez de la vida cristiana.

Danos por su intercesión la gracia que te pedimos…

Y, sobre todo, que podamos dar frutos de vida eterna para todos los que nos has confiado.

Amén.

Cardenal Tarcisio Bertone
Arzobispo de Génova

Génova, 29 de noviembre de 2005

A quienes reciban gracias

Se ruega a quienes reciban gracias por intercesión de los Siervos de Dios, Alberto y Carlo, que lo notifique al «Comité Alberto Michelotti y Carlo Grisolia».

Comité Alberto Michelotti y Carlo Grisolia

Via Palestro 3/3 16122 Génova GE

comitato@albertoecarlo.it